“Nunca rechacé una película en la que me abrazara un hombre”. Te entiendo, Diane Keaton. Tu confesión, conmovedora, me ha dejado colgada en el fondo de la página de un diario digital donde hoy sólo se habla de elecciones, de revueltas en Siria y Egipto, de superMerkel y, sobre todo, del festín de Rajoy. Al final, una sólo quiere que la abracen para pasar…