En mis años de universidad llevaba botas y pantalón de montar, me hacía frecuentes destrozos en el pelo, besaba lo justo y bebía… Trina de naranja. Lo del Trina no lo recordaba en absoluto, pero esas que se dicen mi amigas íntimas me lo recordaron anoche, entre cervezas y pinchos por el Barrio Húmedo de León.  Beber Trina con 20 años es como llevar diadema…