Podría dividirse a la población mundial entre los que jamás hablan de sí mismos pero sí de los demás y los que utilizan a los demás para hablar de sí mismos. A los primeros hay que leerlos entre líneas. A los segundos habría que echarles encima un barreño de pez. ¿Quiéres que te lo cuente otra vez? Ayer padecí a un tipo del grupo B….