Una vez tuve que escribir sobre los clubs de intercambio de parejas. Y aquí aviso a mis amigos de real life que se conocen al dedillo mi experiencia entre camas redondas, jacuzzis burbujeantes y paredes con agujeros sospechosos para meter y luego sacar: sí, me repito. Como presunta moderna que soy debo añadir cruces a la casilla de transgresión de mi vida o seré expulsada…