Me he estado mordiendo los labios para no opinar por impulso acerca de la famosa campaña de Loewe perpetrada por Luis Venegas. Un tipo bajito e ingenioso con el que una vez trabajé y con el que me reía mucho cuando imitaba a Leticia Sabater: “A mediodía, alegría”, decía haciendo el juego de manos con el que esa mujer histriónica y peliteñida excitaba a los…