Minichuki quiere que me dedique a la política. Después de tantos Telediarios en familia como crónicas de la pasarela de la corrupción, desenfundó su apabullante sentido común: “Mamá, si todo está tan mal, por qué no te vuelves política?”. Le parecía la consecuencia natural de mis decepciones expresadas en voz alta. Dejar de ser público, sujeto paciente, y dar un paso adelante. Mi tentación  fue…