Espero con ansiedad un ramo de flores. Mi amiga L y yo nos hemos juramentado para que el día del amor nos riegue con sus dones. Así que ella se hará con una orquídia blanca y yo pondré despreocupadas margaritas en su vida. Superada la fase de cinismo, sólo queda entregarse a los rituales. Que un desconocido te sorprenda con unas líneas de amor febril…