Cierta mujer que conocí llegó a una cita con un caballero culto y atildado. Todo iba bien, según el protocolo del primer encuentro: restaurante íntimo ma non troppo, buen vino y conversación de altos vuelos regada con elegante sentido del humor. Hasta que el hombre, tras conocer que ella tenía un novio diez años más joven, le inquirió: -¿No has pensado que dentro de cinco…