“Cada jueves, al amanecer, sacrificaban a los mayores de 40 años bajo los pórticos de la ciudad. Los morituri apenas emitían un quejido sordo, estrangulado y breve, resignados a contribuir con su extinción a que Bolonia siguiera siendo estandarte de la juventud renovada y dichosa. Saber que la vida era tan corta la dotaba de una provisionalidad excitante y conmovedora. Ser joven era un tránsito…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosP { margin-bottom: 0.21cm; }“Uno es solo, completamente solo y es azul”. El jardinero llega hasta ahí en sus pensamientos más abstractos y se detiene sin resuello. Ahora contempla una salamandra manca en la pared encalada y se pregunta qué podría hacer por ella. Matarla, quizás, y liberarla de sí misma, de arrastrarse como una tonta penitente en busca de insectos, aturdida por la luz….
-Soy un ser peligroso, soy manchego. La frase me la brinda un taxista de Madrid, un protestón enjuto y sudoroso, con mucho vocabulario y algunas frases de personaje de cómic rural pasado por las garras de Berlanga. Uno de esos tipos que confiesa llevar cincuenta años en Madrid pero ser “cada vez más de su pueblo”. Como si el terruño fuera un equipo de fútbol…
-El mundo de los espíritus debe ser muy complicado. -Sí, me imagino que sí. Las personas que están solas tienden a hablar con cuaquiera. Aquella mujer le estaba contando a su vecino de asiento del metro que hacía espiritismo como quien juega un solitario a las cartas, y enseguida, sin aparente conexión, que había sido profesora en la universidad pero un vapuleo del destino la…
El otro día me vi involuntariamente en medio de una charla social sobre circuncisión sí, circuncisión, no. El grupo, compuesto por tardocuarentones de ambos sexos con sombrero de paja y ese aire de diletancia dominguera pasada por sol y sangría, parecía ignorar mi presencia, sepultada en mi propio sombrero y con la vista clavada en el periódico. Entendí que era transparente para aquellos desconocidos, y…
Totum revolutum o el origen del relato Durante un tiempo salió con un hombre que usaba un perfume llamado Farenheit. Farenheit solía llegar segundos antes que su amado, y la hacía suya en una ceremonia ritual azmicle, asfixiante y embriagadora. Era Farenheit o el destino. Farenheit o muerte. Pronto entendió que ese hombre no tenía mucho más que ofrecer, y se entregó al dulzor pachuli,…
“Mi madre era una mujer muy colorada de cara, y a la que le gustaba beber; cuando ya estaba dentro de su caja mortuoria clavé muy fijamente en ella la mirada y me apropié de su cutis“. Charles Dickens, “Paseos nocturnos“. Taurus. De pequeña, clasificaba a las madres en función del aliño de sus hijas. Las que iban impecables, con los pelos en su sitio,…
“Aquel hombre tenía todo el aspecto de estar casado con una mujer muy fea con la que practicaba sexo imaginativo”. Hay personas que son personajes. Cuando las conoces te asalta una frase como un rayo que te achicharra lo justo para calcinarlo todo excepto tu imaginación. Luego, como eres de conciencia escrupulosa, intentas apartarlo de tu mente pero es imposible. El tipo, del que sin…
Sorolla Es una mañana de viento frío y afilado como agujas de cristal y se espera que amaine a partir del mediodía. Caty se ha despertado, ha tenido su primer pensamiento, un fogonazo -¿habrá suficientes huevos?-y se ha calzado distraída las zapatillas de franela azul marino con corazones. Va a cocinar un bizcocho. Con el punto exacto de esponjoso grosor, el tono levemente anaranjado y…
En sueños he escrito un relato delirante que arrancaba así: “Nuestro amor duró siete cajas de condones, dos viajes muy accidentados a países europeos cuyas capitales no pasaran de 3 grados en invierno, una ducha fría en un motel de carretera y cuatro menús gourmet largos y estrechos como su consideración”. Tenía la road movie en mi cabeza, tenía el vehículo. Un Seat León desportillado…