Mi querida Big-Bang: A la hija de H. su novio le rompió el corazón pero le dejó en herencia un idioma. No me parece mal intercambio. Al fin y al cabo, los corazones rotos se recomponen con superglue pero el francés con acento de Marsella es como el sueldo Nescafé: para toda la vida. En mi observación enfermiza de las parejas suelo buscar intercambios. Belleza…