Me susurra Ariana para curarme la cama: “Me encerraría con él en los lugares más sombríos, lúgubres y estrechos del mundo. Viajo hacia él toda la noche como un refrán infernal. Como un trombo. Pierdo todo del cuello hasta arriba. Estoy llena, no llena, embutida, no embutida, adosada. Sigo la excursión. Ahora veo hombres lindos, bien proporcionados, no siento nada. Pasan a mi lado y…