En el siglo XVIII, como hoy, había cuernos, deslealtades, ridículos, estupores, coqueteos, ocultaciones, traiciones, alianzas, más cuernos, desdén, envidia, celos, animadversión, ¿incesto?, provocación, trampas, clasismo, defenestración, estulticia, travestismo, sobornos y demasiado talco en los rostros de las mujeres. De todo esto habla “Las bodas de Fígaro“, y reto a quien sea capaz de contar la trama en menos de un folio. (Aviso, en la Wikipedia…