“Pero no tengo ninguna amiga, de modo totalmente deliberado no tengo ninguna amiga, porque entonces hubiera tenido que renunciar totalmente a mis ambiciones intelectuales. No se puede tener una amiga y al mismo tiempo ambiciones intelectuales”. Hormigón. Thomas Bernhard. La mayoría de los misóginos que he conocido de cerca tenían miedo a las mujeres. Su menosprecio se cimentaba en el temor, en la inseguridad de…