Mi querida Big-Bang: Hay algo en las novelas japonesas que se regodea en el detalle. No en cualquier detalle. En uno que te exaspera porque no sabes a dónde va a parar. Para curar mi natural impaciencia me entrego a lecturas del imperio del sol naciente, y así me va. He empezado dos. Una es un libro de poemas escritos por ella (nipona) y traducidos…