“Yo cuando me entrego a una mujer solo tengo ojos para ella. No soy de esos que están mirando a todas las que pasan alrededor, no lo necesito”. Mi amigo R. es un romántico y nuestra última conversación, anteayer, tuvo los habituales loopings que la llevaron, como siempre, del cine –“tienes que ver la última de Cesc Gay y luego la comentamos”– a nuestra profesión…