Delante del libro, cada noche, subrayo con vehemencia las palabras de otro que querría me brotaran espontáneas. Ligeras, pertinentes. He convertido los ratos de soledad en atracos sin violencia ni testigos. El placer del eyeliner de Chanel gris antracita paseando entre “deliberado” y “fugitivo”. Con esa mina blanda, destelleante, dócil. Un lujo que derramo sin usura. Para revolcarme entre términos nada ostentosos, por cierto. No…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutos“El miedo me ha despertado en el interior de la conciencia de otro; el miedo y la intoxicación de las lecturas y la búsqueda“. He decidido que “Como la sombra que se va” será mi última lectura del año, y espero ser intoxicada hasta el tuétano. Moriré a 2014 acompañada de la destreza implacable de palabra y sentimiento de Muñoz Molina, ya que no he…
A veces los tiempos se agotan antes de tiempo, como las legislaturas. A veces un libro no está de dios, por mucho que lo busques, lo desees. (Hubo un tiempo en que me creí a salvo de la intemperie, cobijada bajo unas alas largas, delgadas, poderosas. Así que, confiada, rompí el cristal de mi reloj de arena, y me desparramé. Y aún me ando buscando,…
La asistenta de M.J le informó, orgullosa, de que había comprado una boisserie para su salón: “Y ya les he dicho a todos en casa: no quiero libros, sólo adornos”. Tener tan claro que la cultura que no está para exhibirse me parece una prueba de sabiduría. Sin duda una pastorcilla de Lladró bien merece un puesto de honor en el front raw de madera…
No paro de ver la cubierta del libro por todas partes. Me llama, me provoca, me manda señales de socorro. Se llama “Vestido de Novia” (Alfaguara), de Pierre Lemaitre, ganador del premio Goncourt por otra novela. El título me disuade, lo encuentro muy de bestseller para chicas que ponen candados en las barandillas de los puentes. El azar pone un ejemplar en mis manos y…
San Luis (Senagal) “Cuando me preguntan en qué verdad absoluta desearías ahondar para alguna de tus novelas, yo siempre digo que me gustaría adentrarme un día entero dentro de una mujer para conocerla realmente“. Julian Barnes. Fragmento de su entrevista ayer en El País Semanal. Recuerdo haber leído “Amor, etcétera” durante un viaje a Senegal. Recuerdo un hotel colonial que parecía salido de un cómic…
El vestido de Audrie, en el Thyssen Arranco en mi noche desnortada de domingo un libro sobre monjas -“El enigma del convento“, de Jorge Eduardo Benavides (Alfaguara), que me dedica su autor: “Para V., esta historia de monjas, enigmas e independentistas (no catalanes)”. La trama se hilvana en las primeras páginas: la madre superiora de un convento recibe en su celda a una joven interna…
Un día D. se escribió una carta a sí misma porque le hacía ilusión recibir una misiva en el buzón. Mi sobrina es pequeña pero de una agudeza excepcional, y pensó con buen criterio que uno puede pasarse días, meses y años sin tener la oportunidad de abrir un sobre con su nombre. Eso tan romántico que solía pasar en la prehistoria y que ahora…
P { margin-bottom: 0.21cm; }”Soy un lector impaciente y temperamental. En una novela, una biografía o un debate intelectual me irrita lo prolijo, lo ampuloso y todo lo vago y exaltado, poco claro o indefinido, todo lo que es superficial y retarda la lectura (…) Nueve de cada diez libros que caen en mis manos los encuentro llenos de descripciones superfluas, de diálogos plagados de…
Las librerías ajenas me provocan insana curiosidad. Uno es lo que lee, y hasta lo que no lee pero aloja condescendiente en sus estanterías. Mi Taj Mahal, sin ir más lejos, tiene algunos títulos que me sonrojan pero no tiro hasta que llega un día en el que el bochorno supera a la pereza. Uno es también la compasión que destila hacia las letras ajenas….