Mi querida Big Bang: El salón de mi bruja huele a coliflor. En realidad, no es un salón, Es una salita de dos por dos metros, con una mesa camilla cubierta con tapete de ganchillo beige y funda de plástico, una tele desproporcionadamente grande y cortinas de cretona sintética mugrientas. A un lado, las consabidas lechuzas de porcelana, y una pila de revistas del corazón….