El portero goza de un poder inusitado en nuestros días. Cierto portero de casa señorial ma non troppo acostumbra a estropear la caldera cuando se enfurruña con los vecinos, de manera que cuando ellos se levantan con sus legañas y su desaliento mañanero, se encuentran un jarro de agua fría en la ducha por gentileza de Pascual, de Sebastián o de Jose. Ese hombre que…