Mi querida Big-Bang: Imagino que, como yo,  andarás empachada entre bodas reales, asesinados por razón de Estado, ilegalizaciones de partidos políticos y Esperanza Aguirre entregando medallas a troche y moche como un espectro rosa con pilas Duracell. Tanto frenesí me impide destilar ideas puras, como a Kant. Tengo tan enjuague de estómago que necesito un Panta Rei heraclitiano para que se lleve de mis cañerías…