Mi querida Big-Bang: Ver Nápoles, y después morir. Ya sabes lo fan que soy de Goethe y del tremendismo. En realidad, yo quería ver Positano, y después morir. Hasta que alguien me dijo que la localidad italiana es una especie de Benidorm en agosto y me quedé sin lugar  por el que perder la vida. Yo quería, insisto,  ir a la costa amalfitana, alquilarme una…