Reconocí a una famosa de medio pelo por el relleno desafiante de sus labios. Yo cuando me cruzo a un famoso miro instintivamente hacia otro lado, no vaya a convertirme en estatua de sal. Leo que Esperanza Aguirre la emprendió contra los agentes de movilidad al grito de “haceís esto porque soy famosa” y me da la risa. Fresca, desahogada, impertinente, incívica… hubieran encajado mejor….