Mi querida Big-Bang: Los quebrantos te quejan el cutis ajado, el alma tiritona y los sesos al jerez. Si rematas la jugada con una noche de insomnio, te conviertes en una papilla grisácea como las que te dan para explorar los malos humores estomacales. Sí, los seres simples viven mejor y conservan la piel lisa. Ese es el secreto de belleza. Ese y el bótox,…