P { margin-bottom: 0.21cm; Salgo a correr cada día con el mismo miedo de siempre: encontrarme a un perro en el camino. Un perro suelto, sin amo a la redonda. Mi peor pesadilla es encararlo en una carretera angosta y sin salida. El perro es el temor que resume todos los temores de mi infancia y cuando voy acompañada me agarro al brazo ajeno y…