En el principio fue el ¿estudias o trabajas? Luego, con la opulencia de los 90, llegó el ¿en qué trabajas?. Hoy es una pregunta prohibida si no quieres vulnerar las normas del savoir faire social. Con cinco millones de parados las posibilidades de que tu pregunta desencadene una reacción adversa -vergüenza, tristeza, ira- son tantas  que si te presentan a alguien habrá que preguntar cualquier…