Mi padre me llama y me advierte de que a las 9 p.m nos llamará para hablar “por skay”. A mí se me alborota la ternura, pero no le corrijo y las chukis y yo nos partimos de risa en casa. La conquista de las nuevas tecnologías por los mayores de setenta es como uno de esos ochomiles y merece un respeto. Mi padre, que…