Rafael Álvarez El Brujo Calamaro corea desde la cocina “tengo abierto el minibar y cerrado el corazón” y yo grito con él. La vecina de las fajas marrón clarito grita por teléfono al patio y una corriente de hielo turbio y desesperanzado entra por la ventana. Esta estampa costumbrista, diréis, no tiene mucho interés si no fuera porque yo debería estar en clase, pero me…