Mi querida Big-Bang; Anoche salí de carnaval. Es decir, salí vestida de mí misma, con mi chupa rechinflante y mi pelucón de aspirante a rubia natural a ver cómo los tipejillos hacían lo propio con disfraces. En realidad no estaba en el programa. Yo pretendía recorrer las calles de Toledo a la luz ténue de las farolas, una fantasía recurrente desde que estudié El Greco…