El Club. Pablo Larrain No hay nada tan impúdico como la escritura. El striptease destinado a perdurar, que no persigue la excitación momentánea, sino el asombro calcáreo, permanente. La imaginación es un músculo capaz de estirarse hasta el infinito. Y luego está el cine, que debe darte las pistas sin pecar de demasiado explícito, que te deja frío cuando es mediocre y te clava a…