“Tienes que elegir entre master y embarazo”. Y eligió. Hay dilemas indigestos, como este que ayer me contaron y que, imagino, pretendía reforzar el aura de exigencia de un master con un caso práctico bastante desafortunado. Elegir master o embarazo es como elegir cine o sexo tras un viernes agotador, sesión medianoche. Son compatibles, pero requieren organizarse. Los dilemas siempre me han parecido interesante objeto…