Si te quitan el café, la leche de vaca, la cerveza, los mejillones en escabeche, los embutidos ricos  y una larga lista de placeres radicales no sólo te quitan los alimentos. Te quitan su contexto. Una mujer a dieta de contexto no puede arrancarse a escribir de madrugada, porque el simple gesto de llevarse la taza a la boca es un ritual como el del…