Con los mejores actores se puede hacer una película fallida como con las mejores fabes te puedes cargar una fabada. Pero hay películas fallidas que, sin embargo, te hacen pensar en real life. Así de redicha arranco hoy, porque aún regurgito “Una pistola en cada mano”, de Cesc Gay, que fui a ver anoche con A. y todas las expectativas del mundo. Hay que ver…