Vivimos tiempos convulsos, y hay que juntarse para ser felices un rato. Cuando me pongo filosóficochunguita mis amigos salen corriendo. Lo comprendo. La convulsión se parece a la combustión en que si te acercas demasiado explota. Pero ayer una amiga muy querida me dijo llorando que cada vez que ponía un ladrillo en su vida se le caía una pared. Y en su desconsuelo había…