Me cuenta I. que su matrimonio sigue en pie después de treinta años, y lo hace trazando unas líneas imaginarias en el mantel de un restaurante coqueto donde somos las únicas comensales y sirven delicioso vino. Una suerte de campana de Gauss que es el saldo del sentimiento llevado a las matemáticas: “Si la media, el punto álgido, te sale positivo, a pesar de algunos…