Mi función de presidenta de la comunidad ha alcanzado cotas de thriller. Ayer, como cada mañana temprano, recibí un wasap de Vlad, el portero. Con un reclamo irresistible que rezaba: “Sorpresa matutina en la azotea“. Tuve que ampliar la foto varias veces hasta comprobar que lo que yo creía que era un bolso de Fendi de la temporada pasada era, y cito a Vlad, “un…