Mi querida Big-Bang: Divido a las personas entre las que iluminan su casa con potente luz de techo -gente gestapo, en adelante-y las que juegan con las luces indirectas a crear espacios de intimidad donde quitarte los zapatos sin culpa; los que duermen de lado y los que se despatarran por las cuatro latitudes del colchón; los que te regalan pendientes cuando llevas trece años…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Sueño que doy una fiesta y poco antes de que comience no he comprado nada. He pasado mis últimos minutos de cama corriendo por los pasillos de un hipermercado lúgubre donde las bolsas de patatas estaban abiertas y el contenido se desparramaba por el suelo. “Abre los ojos, abre los ojos”, me grito a mí misma y, por una vez, me hago…
Mi querida Big-Bang: Déjame que te dé la brasa un rato con Miquel Barceló. Ese salvaje que logra, a su pesar, que su personalidad inquietante y desdeñosa trascienda a su trabajo en los titulares de los periódicos. Un ser mitológico que siempre imagino con un ojo en medio de la frente y con pezuñas en los pies. Ayer estuve en Caixa Fórum mirando sus trazos…
Mi querida Big-Bang: Mi mejor amiga y mi peor enemiga cumple años y me pide que le regale un pensamiento único. “Quiero un regalo gratis, que son los mejores”. Hace años que dejé de hacer dibujos en el cole por el día de la madre, pero ella es es esas mujeres que se ilusionan hasta con el mensaje de las galletas de la fortuna del…
Mi querida Big-Bang: Anoche bailé hasta desatornillarme y ahora ando buscando las piezas de mí misma por debajo de la alfombra. Hay noches que merecen un monumento y la de ayer podría ser una de ellas. ¿Cómo hermanar las torrijas con los pasos de semana santa, la pista con DJ honoris causa con el fuerte olor a incienso, el silencio nazareno con los gritos al…
Mi querida Big-Bang: Anoche volví sola en un autobús y tuve miedo. Es desolador comprobar con luz de fluorescente mal ajustado que las butacas están vacías y que no tienes cambio para pagar el billete. Detalle que al conductor, un ser sin cara de buenos amigos, pareció contrariarle. ¿Hasta dónde va? Al final del recorrido. Bien, esperemos que se suba alguien… Entendí que con mucho…
Mi querida Big-Bang: Me escribe un escritor de culto para una cita a ciegas. Le digo, “no tan a ciegas, que te he leído y me sé todos tus trucos”. Responde: “también yo a ti y prefiero adivinar en vivo cuánto mientes”. Ya estamos con el poder seductor de la mentira. Le respondo: “Me temo que soy demasiado explícita, y al relato, como sabes bien,…
Mi querida Big-Bang: A mí los nazarenos de la Semana Santa me dan pánico. Esos capirotes que te miran con cara de “Hola, soy anónimo Mendoza: tú mataste a mi gato, prepárate a morir”, son la esencia de lo inquietante. A un malo le pones una de esas capuchas y un cirio en la mano y se convierte en un súper hombre por la gracia…
Mi querida Big-Bang: Ella y yo apenas habíamos cruzado tres conversaciones, algunas de ascensor, siempre corriendo. Después, los destinos profesionales nos separaron, pero siempre hubo una llamada, un mensaje telefónico y, ayer, por fin, quedamos a comer. Llegó con sus taconazos, su look de ejecutiva y la melena perfecta. Bolso y gafas a juego. Impecable. “Pidamos un micuit y alcachofas de primero, ¿te parece?” Me…
Mi querida Big-Bang: Hoy tengo una scoop y, como diría cierto jefazo de cierto periódico de derechas, “se te van a caer las bragas”. O no, porque ahí te va el titular: vuelve la faja. Mi amiga I, que es una moderna clásica y sin prejuicios, me confesó hace ya tiempo su secreto mejor guardado: “yo me pongo fajas con los vestidos pegados, así no…