Mi querida Big-Bang, Cuando una pareja deja de llamarse por el nombre es que el sexo ha desaparecido de sus vidas. Pero cuando una pareja se sienta en el mismo lado de una mesa, escorado él hacia un lado y sin cruzar palabra, es que ya han entrado en coma. Si encima esto tiene lugar en un restaurante japonés, donde los platos se comparten y…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: No hay nada más humillante que encontrarte en la calle con una pija conocida el día que vas hecha un asco y tus chukis en su línea. Una suele mantener el palmito por todo lo alto de lunes a viernes y en el territorio comanche de la oficina, pero el sábado amanece casual y no se planta el chándal porque sería descenderr…
Mi querida Big-Bang: Muy mal se nos tiene que dar para no cagarla estrepitosamente. El dedo tonto me hace mandar sms sin ton ni son. Así es como he despertado hoy a J., que debe estar jurando en arameo contra mi estirpe porque no hay nada más molesto que un pitido de teléfono en la madrugada que no va acompañado de una noticia bomba. Mi…
Mi querida Big-Bang; El menosprecio ciega mis ojos, como el humo. Observo que las noticias sobre viejos se desarrollan desde la mirada condescendiente y paternalista del redactor de turno. A la tercera edad se le pregunta con el mismo tono naif que a los niños idiotas, y se les saca bailando o haciendo el indio para que la pieza quede según un estandar social, ese…
Mi querida Big-Bang: El fútbol está acabando con mis convicciones más profundas. De verdad que no quiero, pero cuando mi emisora de cabecera retransmite los partidos -día sí, día también- yo recorro el dial a la caza de noticias y no falla. Sólo la extrema derecha prescinde del gol y sigue a lo suyo; la propaganda goebbeliana. Como una es mujer de costumbres y quiere…
Mi querida Big-Bang: Tú vas a un programa de televisión de amplio espectro popular y te identificas en el control de seguridad. Después de un rato de espera te baja a buscar una de producción que siempre lleva prisa y, aunque intenta hacerte un saludo pelota -vas a rellenar de gratis unos minutos eternos de casi nada- le sale un “rápido rápido”, como al conejo…
Mi querida Big-Bang: Ayer fui una chunga desabrida y dios me castigó. Todo mi pasado judiocristiano se volvió contra mí con furia, y me lo tengo merecido. Necesito confesarme porque dejé de hacerlo hace un par de décadas, me temo, pero si no expío mis culpas con un ritual seguiré arrastrándolas como Segismundo sus cadenas. Amén. La culpa es la peor de las compañías posibles….
Mi querida Big-Bang; Me escribe un escritor de ultramar para una cita, después de haber mantenido cierta correspondencia los últimos meses: “sería un poco a ciegas, pero no del todo, siempre puedes fingir una indisposición repentina y salir corriendo después de tomarnos un tinto”. Me encantan las citas a semiciegas con tipos inteligentes que escriben prosa tan sobria como vibrante. Es lo inverso a ir…
Mi querida Big-Bang, ¿Qué pensarías si delante de ti, en plena Castellana, ves volar un coche y voltearse para caer del revés, a cámara lenta, delante justo del museo donde se gestaron las traiciones y donde tus pies doblaron su volumen unos días atrás, por el efecto constrictor de unos zapatos más altos que la inflación china? ¿Casualidad? ¿Señales que me indican que me aleje…
A toda mujer de real life le llega un momento en el que abandona por fin los parques, los columpios y las charlas insustanciales con los padres de los otros niños. Ser madre es un contrato con la letra más pequeña que la del “Rojo y Negro” de Stendhal en versión papel biblia que guardo entre mis tesoros. Nadie te dice que en el preciso…