Mi querida Big-Bang: Me gustan los políticos que dimiten. No porque nadie precipite su caída, sino por sí mismos. Porque se han dado cuenta de que la farsa debe finalizar. Porque han visto que es cansado perpetuar el ego. Porque no estaban ahí por vocación de servicio público, sino por: a: cimentar sus inseguridades y matar los complejos de segundón de patio de colegio; b:…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Ver Nápoles, y después morir. Ya sabes lo fan que soy de Goethe y del tremendismo. En realidad, yo quería ver Positano, y después morir. Hasta que alguien me dijo que la localidad italiana es una especie de Benidorm en agosto y me quedé sin lugar por el que perder la vida. Yo quería, insisto, ir a la costa amalfitana, alquilarme una…
Mi querida Big-Bang: La cruzada antiedad se libra en el comedor de una buena amiga. Doce a la mesa, hombres y mujeres, desconocidos entre ellos. Y esa promesa de alegría que dan el vino y la paella de marisco. A partir de los cuarenta, a las mujeres no nos gusta tanto que nos regalen flores o nos lleven a pasar la tarde con Loboutin como…
Mi querida Big-Bang: Hay tres cosas que me ponen toda loca: que me toquen la cabeza, que me digan el adjetivo “emblemático” y que me psicoanalicen sin permiso. Bueno, en realidad hay muchas más, pero estas son las tres que me vienen a la cabeza resacosa. Ayer pimplé una botella de vino con mi amigo O. Un hombre al que quiero, que me conoce hace…
Mi querida Big-Bang: Soy muy partidaria del amor, pero no de compartir mi guarida ni mi sérum reafirmante. O sea, necesito estirarme modelo crucifixión en la cama, ocupar el hueco en el sofá que lleva mi nombre, ponerme tres veces seguidas el disco de Hotel Costes sin que nadie me encuentre asperge y encontrar las cápsulas del café en su sitio. El living apart together…
Mi querida Big-Bang: Siempre he querido escribir un best seller. Y ya tengo el título: “Cómo casarse con un buen ex marido”. Dirás que eso es empezar la casa por el tejado, pero ya sabes que es una de mis especialidades, además de tragarme las rotondas, somatizar y elegir mal a los hombres. En mi descargo diré que mis ex son intachables, y esa sabiduría…
Mi querida Big-Bang: Saca el bote de las pastillacas porque últimamente me atrae más la ficción que el real life. Creo que estoy desarrollando una fobia a los aconteceres del mundo que debo hacerme mirar. Encuentro que hasta mi emisora amiga me atosiga con dramas, amenazas y predicciones catastrofistas, y cuando ya me ha sacudido bien, va y me mete a los líderes políticos en…
Mi querida Big-Bang: De pequeña, A.E tenía unos curiosos y anacrónicos tirabuzones. De mayor tiene un cáncer como una casa y no sale sin lo que ella llama “tunearse”. O sea, el maquillaje en perfecto estado de revista, la melena rubia bien hueca, algo más rala por efecto de la quimio, y sus zapatos a juego con el bolso. La dignidad es, tal vez, eso…
Mi querida Big-Bang: ¿Qué clase de persona se molesta en afanar los cupones del Pronto en la consulta de su alergólogo? No creas que arrancándolos, sino con tijera, cuidadosamente. Como si se tratara de un escrupuloso coleccionista de bazofia en papel de escaso gramaje. Hay un millón de compradores de esa revista que mi abuela leía a escondidas y de ahí podríamos deducir que el…
Mi querida Big-Bang: Ningún padre está preparado para llamar a la puerta de la casa de su hija, divorciada y sola, y que le abra un tipo en calzoncillos. Para un padre, su hija es esa mujer pura que se reprodujo por ósmosis y luego abandonó el sexo por siempre jamás. Igual que a los hijos les da urticaria pensar en sus padres como amantes,…