Mi querida Big-Bang: El último oráculo de mi vida se llama “El libro de las mutaciones”, lo que los chinos llaman coloquialmente “el Yi King”. Con el criterio estricto y riguroso que me caracteriza, lo elegí tras verlo en una librería, con la portada tan mona de dragones entrelazados en sanguina y añil, y tener una revelación: “Voy a abrir el King este al azar…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: La lady Gaga que llevo dentro me ordena que dedique la mañana al caos y a los excesos. Hoy es martes, no tengo planes de boda ni barco esperándome atracado en ningún puerto, así que bien podría entregarme en brazos de un rapsoda que me recitase en verso las bondades de la absenta, un suponer. De no ser así, las vías del…
Mi querida Big-Bang: En un repentino ataque de dashielhamettismo pienso que los cadáveres mal enterrados siempre vuelven. Yo como enterradora he sido pelín chapucera. No sigo la norma sagrada de los dos metros bajo tierra. Me vale cualquier zanja para arrojar el muerto y echar un puñado de cal viva como el que arroja el arroz La Fallera en las bodas. Como no remato, pasado…
Mi querida Big-Bang: El señor Rubidio opina que si hago una observación inteligente al día me dejará en libertad condicional para que campe por mis respetos y hasta me revuelque por el prado de la frivolité el resto de la jornada. Me parece un trato justo. Ayer, y dado que mi agenda de citas estaba llena de telarañas, fui a reponer mis cargas de Nespresso…
Mi querida Big-Bang: Los viernes me sale un espíritu de chacha en día de libranza tal que sólo me falta ponerme la cofia y bailar. La semana muere en buenas manos, me digo mientras echo un vistazo al armacio en busca del look más acorde con mi exultante revolución interior. Es viernes, y debería tener un planazo, una cita morbosa con Jack el Destripador o…
Mi querida Big-Bang: Mi vecina poseída tiene, además de a satán dentro, costumbres exóticas tales como poner la lavadora a las tres de la mañana. Una lavadora en el silencio de la noche es un tanque nazi invadiendo Polonia. Y lo sé porque anoche no pegué ojo, y pasé del estruendo de su satánica majestad del sexto al llanto de radio cuelgue. Ese programa a…
Mi querida Big-Bang: Tercer día sin agua caliente. Tercer día que avanzo en pelotas, abro el grifo con resolución y recibo una ducha de hielo, rayos y centellas. Entiendo que el baño gélido espanta las tentaciones libidinosas y hasta las ganas de vivir. Mismamente podía haberme sentado a esperar la muerte mientras mi cuerpo encogía tiritando a ritmo de samba. Media hora después de salir,…
Mi querida Big-Bang: “Cuando no estoy volando, estoy volada”. La frase resume un encuentro fortuito con una desconocida que me abordó la otra tarde en una cafetería de diseño mientras me disponía a meterme una dosis letal de cafeína. Nadie que me regale una sentencia así puede caer en el olvido, y más si dice reconocerme por las fotos que guarda su novio en el…
Mi querida Big-Bang: Nunca he sido corredora de fondo, las metas a las que no me alcanza la vista ni las miro. “Mi futuro son dos años, tres a lo sumo”, me dijo alguien el otro día, y como a veces voy con retardo me quedé tres o cuatro segundos masticando la frase, y encontré la réplica: “Mi futuro es el lugar a donde me…