Mi querida Big-Bang: Mr. Rubidio se ha vuelto complaciente y me escribe a diario para abrirme su corazón y hasta sus tripas. Diez o doce líneas, no más, donde se desnuda en un strip tease nada escandaloso pero sí perseverante. La literatura epistolar con desconocidos ha alumbrado grandes joyas, lo sabes. Tan libre, tan provisional, tan cargada y descargada de expectativas, la pluma vuela y…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Mi cuento favorito es el de las tres princesas que cada noche se escapaban a bailar. Por la mañana sus zapatillas aparecían destrozadas,y el rey nadaba en su desconcierto. Un día les puso una trampa y las pilló en pleno delito. El castigo fue encerrarlas en tres tinajas y cerrarlas con pez (¿quieres que te lo cuente otra vez?). Sí, aquellos castigos…
Mi querida Big-Bang: Los pajarracos negros danzan ahí fuera con presunto orden y concierto. Se habla mucho de la presunción de inocencia, pero yo soy muy partidaria de la presunción de equilibrio, de solvencia, de estilo directo, de burla o de militancia, por citar sólo unos pocos ejemplos. Todo es de una manera mientras no se demuestre lo contrario, lo malo es que a veces…
Mi querida Big-Bang: El calor lo carga el diablo. La casa es una olla a presión y mi cuerpo retiembla como la lavadora vieja que durante el centrifugado sale a pasear. Imagino la de serial killers que estarán frotándose las manos y afilando los cuchillos para salir tras una víctima propiciatoria. Sí, todos los malos instintos se agudizan a más de 30 grados. Elige una…
Mi querida Big-Bang: ¿Has soñado alguna vez que le seguías el rastro a diez hormigas? Y, una pregunta más: ¿entiendes que en las habitaciones de los hoteles con encanto para enamorados no haya un tabique aislante y opaco entre baño y dormitorio? Hay sinrazones que se me escapan incluso a mí, que soy muy de seguir con la mirada las evoluciones de los bichos. Sin…
Mi querida Big-Bang: Mi amiga C. tiene tres hombres al retortero. El primero le gusta, pero no le conviene. El segundo le conviene, pero no le excita. El tercero está en la bruma, esperando su momento estelar cual concursante de “Lluvia de estrellas”. -Tú lo que eres es un poco ligerilla, le decimos tiñosas de celos. ¿Vas a mantener semejante banquillo de la Champions League…
Mi querida Big-Bang: Mi amiga M. se levantó ayer y se subió a la báscula: “Marcaba 66.6, el número de la bestia”. Las que siempre le buscamos tres pies al gato no podemos pesarnos tranquilas, ni jugar a las quinielas, ni pasear por las calles sin contar losetas moradas, saltando a la pata coja. Los números son una maldición. Sí, M. no es que quiera…
Mi querida Big-Bang: Esta vez dije que era ingeniera nuclear. Lo de reponedora de Ekonsum ya lo había explotado en exceso, y no me sentía muy peluquera en Fuenlabrada, mi otro sosias triunfador. Meter trolas de noche es una estrategia de ligue infalible. Según lo que dices que eres puedes espantar a los especímenes más pintados. O atraerlos como abejorros en celo. -Y tú, rubia,…
Mi querida Big-Bang: Debo elegir entre cañones o mantequilla. Salir a llenar mi despensa tiritona y componer un collage multicolor sano sanísimo o renovar mi fondo de armario hasta bien al fondo, aunque tenga que excavar la pared hasta las lindes del vecino. Sí, en la vida de toda mujer de real life surgen dilemas de este calado y hay que tener la cabeza fría…
Mi querida Big-Bang: Se me ocurren muchas razones para no ir a trabajar, pero pocas excusas originales. A mi entender, una puede ser de todo menos vulgar o cursi. Podría fingir un acceso de indignación turbulenta, un ataque de melancolía residual, una enfermedad infecto contagiosa de origen senegalés o que estoy hecha una perra vaga, como dice mi amiga L. Si me concentro mucho es…