Mi querida Big-Bang: En el principio fueron los tríos. La pirámide, el equilátero. Tuve un novio perspicaz que me decía: “las mesas de tres patas son las únicas que no cojean, porque definen un plano”. Yo, que era de letras puras, me encogía de hombros y le daba la razón pensando en altísimos zapatos de tres tacones donde poder erigirme cual drag queen aprovechando aquella…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: La pesadilla arranca en el lobby de un hotel de gran lujo. Somos un grupo y tardan un rato en darnos a todos la llave de las habitaciones. Ya en el ascensor, quedamos en vernos en diez minutos. Mis compañeros van saliendo en cada piso, menos yo. Porque en mi tarjeta no figura el piso, peor sí una sucesión alfanumérica que me…
Mi querida Big-Bang: Ayer fui a Leroy Merlin, el paraíso de la clase media española que necesita buscar un plan de tarde que dé sentido a su existencia. Por alguna razón que se me escapa, a la gente le gusta ir en chándal a esta meca del do it yourself. Especialmente a ellos. Ellas son más de jersey con pelotillas, cómodo, y vaquero holgado más…
Mi querida Big-Bang: Llorar en el cine siempre me ha dado corte. Tiene su técnica, sí, que consiste en lograr que las lágrimas caigan silenciosa y limpiamente mientras sientes ese familiar estrangulamiento en la garganta. Luego hay que enjugarlas, pero no antes de que lleguen al borde de la barbilla, en un gesto leve como de rascarte y sin pañuelo. Es imprescindible que el rimmel…
Mi querida Big-Bang: Sí, un buen tinte puede cambiar tu vida. Y más en una peluquería donde no hay revistas del corazón ni carritos con rulos rosas y celestes, ni cepillos redondos con pelos, pero sí facturas de tres dígitos. Es decir, en una pelu convencional te atienden Vanessa o Yolanda, que son pizpiretas y tienen novio en Fuenlabrada, y entre brochazo y brochazo cortan…
Mi querida Big-Bang: Hasta el Sr.Rubibio considera que he entrado en unos niveles de alta densidad argumental, cosa que no corresponde, dice, “ni a tu edad, ni a tu ligereza intelectual, ni a tu talento”. Vamos, que se aburre. Porque debajo de todo intelectual con peluquín hay un cotilla. Una portera de finca urbana que quiere reírse de la espuma de la vida para seguir…
Mi querida Big-Bang: Empiezo a disertar sin rumbo, y cuando sucede debo hacérmelo mirar. Ayer comía noodles mirando fijamente al teledor, casi bizca, cuando le solté a la pobre A-2: “Creo que es el momento de volver a los círculos de intimidad, a la confianza extrema”. La pobre creyó sin duda que me estaba volviendo loca, pero como está en el núcleo de mi círculo,…
Mi querida Big-Bang: El hijo de L. asegura que le duele “donde el espíritu santo”. O sea, aquí, dice señalándose la barriga. “Ese es el sitio del hijo”, rebate su madre, revisitando la señal de la cruz. “Que noooooo, que es el espíritu Santo”. La Iglesia católica ha hecho medio bien su trabajo. Habrá menos clientela en las iglesias pero las nuevas generaciones retienen muy…
Mi querida Big-Bang: Huele a primavera, aunque aún no se deje ver. Se anuncia como esos perfumes que dejan una estela espesa en el ascensor. Y nos alborota. Me gusta perseguir las señales como los indios siux de las películas que ponían los domingos por la tarde. A esa hora mi padre se levantaba de la siesta, cortaba un limón, le clavaba en el centro…
Mi querida Big-Bang: Vaya por delante que me niego a ver Torrente-4. No es que me las dé de exquisita, es que no quiero contribuir a la zafiedad del universo. Cierto que en ocasiones me he reído con ese humor de sal gorda tan español, pero luego se me hace bola y necesito desesperadamente un chute de sutileza al estilo de “El Guateque” o “Atrapado…