CÓMO SER MADRE SIN HIJOS

Familia, Otras noticias Virginia Galvín

Mi amiga M. cumple 50 en un suspiro y anoche me llamó, poniendo fin a mi día de silencio autoinfligido, para contarme que ya tiene un local donde celebrar su fiesta. Nada extraordinario, desde luego. Pero es que hace dos días cumplió 40, y que yo sepa la máquina del tiempo era un asunto de ficción. Qué bobos los científicos. M. es la mayor del…

EL AÑO EN QUE MURIÓ EL ESPÍRITU NAVIDEÑO

Familia Virginia Galvín

Hace justo un año estaba preparando la maleta para ir a ver a mi padre al pueblo pirenaico que lo acoge y que fue cuna y tumba de mi abuela. Hace un año y cuatro días, la tarde de Nochebuena, mi padre se sintió de pronto mal y mi hermano voló con él en coche al hospital de referencia, a casi 100 kilómetros montaña abajo….

LA VIDA SE DETUVO Y SE VOLVIÓ FATAL (oda al verano)

Coronavirus, Familia, Libros, Ocio, Viajes Virginia Galvín

En torno a los cincuenta años, el escritor Leon Tolstoi experimentó una aguda crisis de edad. Lo cuenta magistralmente Stefan Zweig en su “Viaje a Rusia” (Ed.Sequitur), que releo con el deleite moroso de una vuelta a la primera cita adolescente. “Y de repente llega ese empellón desde la tiniebla. Tolstoi siente que ha chocado con algo tremendo”, narra el austriaco. “La vida se detuvo…

NOCHE AL RASO CON MI HIJA Y MI PERRO BRONTE

Familia, Libros, Ocio, Otras noticias Virginia Galvín

“No creo en la obra casual por muy buen éxito que pueda obtener. Estamos aquí para realizar una obra exigida por nuestras más profundas esencias y experiencias. El hecho de que no podamos llegar a realizarla no impide que la “veamos” desde lejos“. Ignacio Aldecoa, entrevista sin fechar. Fragmento de “Cuentos” (Ed.Cátedra). Las mejores conversaciones las tengo con fantasmas . No, no es eso exactamente….

Serendipia en tiempos de coronavirus (coronaserendipia)

1.El azar se cruza últimamente en el camino confinado. Llámalo coronaserendipia. El encierro me ha alterado el sueño, de modo que en lugar de irme a la cama a las 22h como solía -de las monjas cada vez tengo más rasgos, si exceptuamos el tino goloso con los dulces- no apago la luz antes de las doce campanadas y madrugo casi como solía. De modo…