Mi querida Big-Bang; Si el matrimonio fracasa no será porque no hubo indicios, señales en la misma ceremonia que no quisiste ver. Anoche cené con tres amigas, todas divorciadas. La una se casó con un vestido rojo -“de Moschino”, repetía- y se empeñó en bautizar a su hijo con el mismo vestido años después. La otra despidió al novio esa misma noche y volvió a…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang; Dentro de mi inconsistente levedad vital tenía un propósito claro: jubilarme a los 50. Decir esto pronto será un delito tan grave como fumar a las puertas de una guardería. Los delitos de la nueva real life generan importantes contradicciones. Tenemos que trabajar hasta los 67, porque la longevidad lo impone. Mientras los del Ministerio de Trabajo dan por saco con las…
Mi querida Big-Bang, La decepción es un sentimiento chungo porque permanece como las manchas de cereza. La admiración, sin embargo, es volátil, por eso conviene mirarla de reojo y no hacerle demasido caso. La primera se cura con unos chutes de recriminación a uno mismo. O sea, tú ves una peli un día y sales levitando. Pero la ves otro y lo mismo detectas sus…
Mi querida Big-Bang: Por algún misterioso motivo que se me escapa, anoche mi invitado decidió declinar el plato estrella de mi menú, argumentando que había comido demasiado. Yo fingí que me lo creía y dejé al pavo en su fuente, rodeado de su destartalada guarnición. Y me sentí aliviada. Hay cosas que uno hace porque debe hacerlas. Forman parte de ritos sagrados que respetamos: el…
Mi querida Big-Bang; Hablar de salud me parece tan obsceno como hablar de dinero. Ese día en el que descubres que un porcentaje de tus conversaciones banales del día han girado en torno a una mamografía bilateral, date por muerta. Tengo un compañero que confiesa que cada vez que va al oftalmólogo, lo engaña. No ve las malditas letras, pero se las aprende de memoria,…
Mi querida Big-Bang: Nueve de cada diez personas que me rodean piensan que mi trabajo es una fruslería. Que para entrar me hicieron una única prueba: número de cm de tacón que aguantas en un sarao estándar sin parecer una mamarracha. O pareciéndolo. El otro día, en una cena, mi querida M. lo dejó caer con sutileza: “mira ésta, que hace unos años iba con…
Mi querida Big-Bang; Ayer me insultaron cruelmente: “eres una improvisadora”. Vamos, que invito a cenar a mis amigas de la universidad con sus respectivos (en adelante “mis maridos virtuales”) y, tras repartirnos el menú, me adjudican las ensaladas exóticas porque soy moderna y actual, mega cool y, sobre todo, porque la última vez que encendí el horno vino el cuerpo de bomberos alertado por una…
Mi querida Big-Bang; Me dispongo a pasar la Nochebuena con mi padre. Solos él y yo. Cada vez que se lo cuento a alguien me dice: ¡Qué horror, no? O me ponen esa cara de conmiseración que la prensa destina a los huérfanos de San Ildefonso en su reportaje del día previo a la lotería. ¡Con tantos hermanos, cuñados, sobrinos y otras especies animales, ¿vas…
Mi querida Big-Bang, Más vale que hoy sea un viernes estándar, porque de lo contrario podría reactivarse la fiera que me posee. Yo me había propuesto vivir con las pulsaciones a menos de 70, reaccionar ante el enjambre como si fueran mariposas y ponerme ciega de bollos a las once de la mañana. Total, un viernes es negligente y laxo por definición, ya vendrá el…
Mi querida Big-Bang; Mi querida M. acompañó a su hermana al banco a sacar una importante cantidad. “Me metí el dinero en las bragas y cogimos un taxi a la salida. Entonces va ella y le suelta al taxista: “no se preocupe, que el trayecto es corto pero llevamos un dineral encima”. Me puse violenta, con los billetes clavándoseme en el culo, y le solté;…