Mi querida Big-Bang: Las ratas de campo corren sobre nuestras cabezas, entre los nudos de la parra. Las muy jodías se han ido apoderando con descaro del paraíso y M., la dueña del edén, se plantea un dilema: ¿las acojo con todos sus derechos o las extermino sin compasión? En realidad, la opción B no existe más que como posibilidad teórica, porque M. piensa con…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Entre las catástrofes naturales no catalogadas del siglo XXI está llegar a un hotel bucólico, de esos que no admiten familias con niños, perros ni actividades sanas en bermudas y encontrarte el desembarco de 50 hombres y mujeres que asisten a un curso contra la timidez. Lo primero que constatas es que se han pasado al lado oscuro. Sí, dale al freaky…
Mi querida Big-Bang: Te aviso de que tres horas de sueño no dan para grandes loopings argumentales. Pero si no eres brillante, al menos te queda el recurso de ser tramposa, por la misma regla de tres que la extravagancia suple a la elegancia. Verás, en el fondo me he pasado la vida sustituyendo una cosa por otra, en un ejercicio más propio de un…
Mi querida Big-Bang: “A esta edad ni se cambia ni se mejora. Sólo se engorda”.Me lo recuerda mi querida A-1 desde el naranjal, en un intento de parafrasear a su admirado Juan Villoro. Después me explica que he hecho muy bien dejando de trazar extrañas piruetas al borde de la piscina y a continuación me detalla la logística que me llevará al huerto. Todo muerta…
Mi querida Big-Bang: Síndrome prevacacional. Consiste en que te quieres ir pero tu cuerpo anda varado en el chorro del aire acondicionado de la oficina. Has hecho una lista de urgencias para que por una vez el contenido de tu maleta no sea absurdo y no te dé por llevarte un petit robe noir al huerto, pero tu melasudismo (“hoy me la suda, mañana lo…
Mi querdida Big-Bang: Mi amigo J. se jazta de externalizar todo aquello que los demás hacen mejor que él. “Habiendo profesionales, ¿por qué yo?”. Subcontratar o morir. Mi amigo J. es un hombre de números que entiende mejor la vida si la puede reducir a una ecuación, a una integral, a un balance de resultados, a una estadística… Aunque puede llorar en el cine sin…
Mi querida Big-Bang: Supón que juegas a la oca y caes una y otra vez en la casilla chunga ésa que te condena a volver al punto de partida. Sí, tú ibas muy chulita avanzando por el tablero, “y tiro porque me toca”, entre bicharracos voladores, con ese ansia mal disimulada de ganar al menos a una cosa en tu vida, y cuando estabas a…
Mi querida Big-Bang: Chútate una peli desazonante, seguida de un mojito más tosta de foie a la plancha bajo el chorro despiadado del aire acondicionado y te dará un chungo del carajo. Eso me pasa por ver cine de director griego, por aquello de la catarsis, la mayeútica y todas esas tontás que he ido atesorando en mi afán de hacerme con un barniz de…
Mi querida Big-Bang: Y entonces te das cuenta de que últimamente te despides demasiado. Que la imagen del coche que arranca con las maletas de las Chukis te araña un poco bajo la epidermis, en un punto indeterminado que no es pena, es un miedo irracional y levísimo a no verlas más. Absurdo, tú no eres temerosa de nada que no sean los idiotas, los…
Mi querida Big-Bang: El día menos pensado cometo un asesinato en primer grado con Mr.Rubidio. Tener a la censura pegada a mis talones está haciendo que me salten los plomos a casa paso. Sí, me juzga, matiza lo que digo, me pide explicaciones del making off y encima pretende que yo sola me fustigue, en aplicación de no sé qué rama chunga de la pedagogía…