Mi querida Big-Bang: Esta vez dije que era ingeniera nuclear. Lo de reponedora de Ekonsum ya lo había explotado en exceso, y no me sentía muy peluquera en Fuenlabrada, mi otro sosias triunfador. Meter trolas de noche es una estrategia de ligue infalible. Según lo que dices que eres puedes espantar a los especímenes más pintados. O atraerlos como abejorros en celo. -Y tú, rubia,…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Debo elegir entre cañones o mantequilla. Salir a llenar mi despensa tiritona y componer un collage multicolor sano sanísimo o renovar mi fondo de armario hasta bien al fondo, aunque tenga que excavar la pared hasta las lindes del vecino. Sí, en la vida de toda mujer de real life surgen dilemas de este calado y hay que tener la cabeza fría…
Mi querida Big-Bang: Se me ocurren muchas razones para no ir a trabajar, pero pocas excusas originales. A mi entender, una puede ser de todo menos vulgar o cursi. Podría fingir un acceso de indignación turbulenta, un ataque de melancolía residual, una enfermedad infecto contagiosa de origen senegalés o que estoy hecha una perra vaga, como dice mi amiga L. Si me concentro mucho es…
Mi querida Big-Bang: La BBC habla de España en términos catastrofistas. La CNN también. Me invade el mismo sentimiento de cuando un novio criticaba a mi madre en los mismos términos que lo había hecho yo cinco minutos antes, y yo me cabreaba como un mono. Hay cosas que no le permitimos a nadie, límites que uno vadea solo, vilezas que en perspectiva adquieren toda…
Mi querida Big-Bang: Hay ciudades que no están buenas pero sí son interesantes. No las paseas atrapado en un síndrome de Stendhal, pero te fijas en el dibujo sus cornisas, en los divertidos soportes para bicis de sus aceras o en el diseño de sus escaparates. Moraleja; si no eres un cañón, ten algo único que despiste de las imperfecciones. Este es mi primer pensamiento…
Mi querida Big-Bang: Arranca la semana con agujetas en el páncreas y un billete de avión en el bolsillo. Hacer maletas empieza a convertirse en un deporte de alto riesgo que acometo con más disciplina que vocación. En realidad querría ir en pelotas y comprarlo todo en mi destino, pero conociendo mi talento para la desorientación y el manirrotismo, lo mismo terminan enviando a los…
Mi querida Big-Bang: “Cada vez que rompa un corazón, tire un tabique”. He soñado con este claim toda la noche. Mi casa era un loft a la fuerza y, a falta de muros, la emprendía contra estanterías, zapateros y baldas de la despensa. Todo lo que separa y sostiene. Al fin terminaba tiritando frente a la nevera abierta, justo antes de emprenderla contra el último…
Mi querida Big-Bang: Mi cama es mía. Y juro que no vuelve a colarse dentro ninguna adolescente en fase de brote hormonal expansivo. A los trece años uno crece/duerme a trompicones, como si le fuera la vida en ello. Y eso incluye revoleras con los brazos, saltos nerviosos y un elaborado fox trot a cuatro piernas que ha invadido mi látex como los suevos, vándalos…
Mi querida Big-Bang: Hace una madrugada del carajo, y los tordos llevan rato montando una gresca absurda que sólo escucha el barrendero. La naturaleza es proclive al desperdicio y a mí reciclar me pone enferma. A veces he intentado reciclar sentimientos: confianza por complicidad, amor por roce, dolor por desdén… pero si no valgo ni para llevar las pilas a su correspondiente depósito limpio ¿cómo…
Mi querida Big-Bang: Mi bruja se ha empeñado en recitarme el vademécum. Ayer la vi venir. ¿No me preguntas por mis manos?, me daba a entender agitándolas delante de mis narices. “Pues yo he venido a la cosa del destino, bruja, pero si me lo pintas más bonito lo mismo podemos arrancar con tu soriasis”, pensé. Lo malo de las brujas es que, si son…