Mi querida Big-Bang; He vuelto. Veo mejor, sí, pero oigo menos, y juraría que he perdido paladar porque el luxury foie de ayer sabía a paté de marca blanca. Pero en el impreso de los efectos secundarios del láser no pone nada sobre daños sensoriales colaterales. Si de repente me empiezan a gustar el color rosa, las hombreras, los hombres con nariz chata , las…
Virginia Galvin
La vida en 5 minutosMi querida Big-Bang: Aviso a los conductores y policías habituales de la M-30: Desactivad vuestros radares. En breve dejaré de ser ese familiar peligro al volante que decide de un volantazo a qué carril se incorpora, justo cuando el carril expira. A lo James Bond. Aviso a mis amigas: ya podéis concentraros en maquillaje y estilismo, no se me van a pasar por alto ni…
Big-Bang, tronka: Mira que lo intento. Cada domingo engancho a las niñas y me las llevo de chute cultural, para contrarrestar nuestra frivolidad dominante de la semana. A cambio ellas me piden el impuesto revolucionario, léase un aperitivo “con refresco y todo”, la revista Bravo (para adolescentes sin ambición en la vida) o un buen kit de chuches. Como ya he agotado mi capacidad de…
Mi querida Big-Bang: Últimamente tengo la mala costumbre de terminar las frases ajenas. Con los años, la lentitud se ha convertido en un defecto mucho peor que la mezquindad, la envidia porculera o la avaricia que rompe el saco. Ser rapidilla, precipitada, atolondrada e impaciente tiene no pocas ventajas. Por ejemplo, que recitas del tirón los menús de doce adolescentes ansiosas en la cola del…
Mi querida Big-Bang: Hace unas semanas tuve mi momento Ava Gardner, pero mi claúsula de confidencialidad me impedía contarlo. Callada como una tumba he estado, o casi, porque es malo para la glotis tanta contención. O sea, que a las amigas y a las enemigas más íntimas se lo he ido contando bajito, con cierto regodeo y un sinfín de detalles que crecían en cada…
Mi querida Big-Bang: Ayer fui centrifugada con tal fuerza que aún me duelen músculos que ignoraba que existían. Lo que tiene el spa es que me doblega hasta el carácter con esos chorros que ni la presa de las Tres Gargantas de China. Yo llego al Salus Per Acqua indómita y salgo humillada, envuelta en ese albornoz blanco que me hermana con el ancianillo del…
Mi querida Big-Bang: Aviso: no pienso quitarme el pijama hasta después de la siesta. Ni ducharme. Ni abrir la puerta a nadie, GEOS incluidos. Tampoco contestaré al teléfono. Hoy tengo el día Pete Doherty, y eso que no me he metido nada turbio en vena. Por dios bendito que alguien amordaze al tapicero ese que anda tronando ahí fuera con su megáfono de los años…
Mi querida Big-Bang: ¿Por qué los jueces estrella entran y salen corriendo de la Audiencia Nacional como si los enchironandos fueran ellos? ¿Por qué Barbie ha celebrado ya tres o cuatro veces su 25 aniversario sin que nadie lo denuncie públicamente? ¿Por qué voy esta noche a una fiesta de elogio y refutación del whisky si lo mío es la ginebra, ehhh? ¿Qué he hecho…
Mi querida Big-Bang: Imagina que estás en tu cuarta reencarnación. Que antes que falsa rubia fuiste un cetáceo desorientado, antes un renacuajo de charca y aún antes una concubina de las de Pear S.Buck. ¿Cuánto de cada existencia arrastras en la presente? Pues esto estaba soñando cuando mi vecina la poseída ha abierto el grifo de la ducha a mala leche y me ha interrumpido…
Mi querida Big-Bang: Cada vez que leo una frase en un libro que refuerza mi imaginario acerca de un tema me pongo toda loca. Es como cuando Boyero, ese tipo avinagrado y cachondo que cae fatal a todos los culturetas, hace una crítica que coincide exactamente con lo que he pensado yo viendo una peli. Sus vísceras a veces son mis vísceras, sí señor, y…